Inspiración
La importancia del espacio de creación se une a la escucha de las memorias individuales y colectivas. El resultado es una serie de joyas que fascinan, conmueven y alegran.
Cada pieza está cuidada con esmero. Igual que se cuida el lugar que las albergan. Así, Pisando colores es una propuesta que trasciende la joyería artesanal y se convierte en una forma de valorar la vida y el entorno.
Pisando colores se alimenta de lo que le rodea: del salitre, de la bruma de montaña y de la arena menuda. También de las experiencias y los aprendizajes.
Se esfuerza en que no desaparezcan los vestigios del pasado. De incluir a los de aquí y a los de allá. Escucha atentamente, tanto a las palabras pronunciadas por las personas en sus relatos de antaño, como a los mensajes de otros testigos del tiempo como las rocas, el agua o los árboles.
Las joyas son un pretexto para recordar quiénes somos y las historias de las que estamos hechos.